La migración es un proceso común en todo el mundo.
Los procesos migratorios han sucedido durante toda la historia de la humanidad y han conformado el mundo tal y como lo conocemos hoy. Cada año, cientos de miles de personas salen de sus países de origen en busca de una vida mejor. La mayoría han tenido que cruzar las fronteras para salvar sus vidas.
Con el comienzo de la guerra en Siria en marzo de 2011 y el aumento de conflictos en África y Oriente Medio, el comienzo del siglo XXI pasará a la historia por una gran crisis mundial de refugiados que afecta a millones de personas.
Desde el año 2015, en Europa se han alcanzado los mayores niveles de flujos de refugiados, llegando a convertirse en la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.
En su vana obsesión por cerrar las fronteras, la Unión Europea ha condenado a las personas refugiadas a emprender travesías cada vez más arriesgadas en su huida del terror en busca de una vida digna. Estas personas vienen sufriendo todo tipo de problemas de salud y violencias,
tanto en su viaje de tránsito como en los países de acogida, donde el hacinamiento, el hambre y la falta de necesidades básicas es una constante. El paso a través del mar Mediterráneo y el mar Egeo se ha convertido en la ruta migratoria más mortal del mundo y, mientras tanto, la comunidad internacional parece mirar hacia otro lado.
A través de esta exposición fotográfica, el fotógrafo riojano Rober Astorgano, nos presenta su experiencia documentando esta gran crisis migratoria y humanitaria, dando a conocer la situación extrema que se ha estado viviendo en lugares como Idomeni, Atenas, la isla de Lesbos o la frontera serbocroata.