La Real Sociedad Fotográfica inaugura el jueves 03 de octubre de 2024 a las 19:30h, la exposición «RITMOS Y PAUSAS DE UN ANDAR LIGERO» de Rosana Urosa, que permanecerá abierta desde el 03 de octubre hasta el 02 de noviembre en nuestra galería situada en Lavapiés en la calle Tres Peces 2, en pleno centro de Madrid.

Una exposición que muestra la íntima relación entre caminar, fotografiar y pensar, destacando cómo estos actos permiten un reconocimiento personal y del entorno en la construcción de la identidad. En "Ritmos y Pausas de un andar ligero", se explora cómo una mujer reconoce su alteridad a través de estos actos. 

 “El paisaje de nuestro pensar”
La acción de caminar y la de fotografiar van íntimamente unidas. Fotografiar es un modo de pensar. En Ritmos y Pausas de un andar ligero se camina, se fotografía y se piensa para atravesar el cuerpo de mujer que desea reconocer su alteridad.

En Elogio del caminar, Le Breton escribe que Andar nos predispone para la metamorfosis de nuestra mirada sobre el mundo. Cuando salimos a pasear a veces nos perdemos mientras pensamos y en ese deambular vamos aprehendiendo a habitar un mundo sin forma definida. Sentimos que podemos fundir el andar y el pensamiento.

El paisaje de nuestro pensar se envuelve en niebla y nos encontráramos en el epicentro del círculo cromático en un óleo de Turner sumergidos de color y luz. Así comenzamos a construir un espacio habitado. Las formas disueltas en la luz que irradia color. Los límites se tornan inciertos entre la levedad de los cuerpos y la tierra sin líneas de horizonte definidas. Somos paisaje que respira, somos cuerpo que se piensa, somos espacio que se construye.

Rebecca Solnit en Sobre el arte de perderse muestra la posibilidad escondida en el desplazarse, en el vivir como eterno movimiento, lleno de pérdidas y hallazgos luminosos. Sin pérdida es difícil hallar deseos y lugares. Frente al arte de perderse la capacidad de encontrarse.

 

Deja la puerta abierta a lo desconocido, la puerta tras la que se encuentra la oscuridad. Es de ahí de donde viniste tú mismo y también a dónde irás.
Entre estas zonas de incertidumbre, por estos elementos imprevistos, sugeridos por Rosana Urosa, observamos siempre siluetas de mujeres solas. Surgen espacios transformados en escenarios de sus lugares del alma que las conectan en una atmósfera matizada de sororidad y consigue que se quiebre inesperadamente su aislamiento.

 

Sentimos que el caminar de otras es el nuestro y al reconocernos se generan bosques, flores, vientos y un tiempo en el que todo fluye como nuestros pasos por el jardín de Monet en Giverny.