Formación
Formación
La formación es consustancial con la esencia humana.
Es vital estar siempre en disposición de mejorar, de aprender algo nuevo que nos haga perfeccionar nuestras habilidades en general y, como fotógrafos, en particular.
La Confederación Española de Fotografía es consciente de esta necesidad. Y, más, hoy en día. La formación es esencial para el desarrollo de la capacidad artística de un fotógrafo, parte inspiración, parte aprendizaje.
La tecnología avanza sin cesar afectando a nuestras máquinas y a nuestro flujo de trabajo; tanto ayer como hoy en laboratorio analógico y, hoy mismo, en laboratorio digital, somos muy conscientes de lo que eso supone: cambios constantes de firmware y de software.
Y no sólo eso. La formación fotográfica clásica es piedra angular de la CEF. De nada sirve conocer la tecnología si no se conoce la técnica, conocer el interior de una fotografía: su composición, iluminación, velocidad, apertura…
Además del trabajo individual con la cámara, hay otro grupal o societario cuando se comunica esa foto. Bien a través de exposiciones, en salas reales o virtuales (redes sociales, día a día más extensas), bien como jurados de esas mismas exposiciones.
Todo ello requiere de preparación, de formación, de mejora, que colaboren en la apertura de nuevas puertas a los fotógrafos, afianzando conocimientos, aprendiendo nuevas técnicas, conociendo el trabajo de otros fotógrafos, su técnica, su inspiración…
A nivel individual, la formación fomenta el desarrollo personal, creativo, artístico. A nivel social, incrementa la pertenencia a un grupo mediante la aplicación, en ambos niveles, de conocimientos, recursos y herramientas. Como dijo
Cristina García Rodero al entrar en Magnum: “Me postulé para entrar, por tener la oportunidad de estar rodeada de grandes maestros”
Para lograrlo, podemos impartir formación de manera presencial y, en un futuro, on-line. Formación mediante cursos o mediante talleres y seminarios.
Ningún aprendizaje es nunca suficiente, nunca vamos a conseguir la fotografía perfecta, no existe. Porque, si llegáramos a alcanzarla, no seríamos capaces de aprender algo nuevo o de asimilar el modo de trabajo de otro compañero.
Sería demasiado aburrido no poder seguir mejorando…