Mirar Extremadura a través de una cámara, de veintiuna cámaras. Instantáneas con sentimientos, con muchos sentimientos. La Extremadura de estas miradas tiene el poso de la paciencia, del conocimiento del medio, de la emoción de pertenencia a un colectivo que se llama Extremadura. Hay belleza en un monumento, en un paisaje, en una fiesta, en una sonrisa; hay una historia detrás de cada instantánea. La piedra seca que construye paredes, que levanta castillos; los trajes que nos identifican, los paisajes que nos estremecen, los bosques que nos enamoran; y una mirada, una sonrisa, una tradición, un sentimiento, una ‘salva’, un ‘viva’, una lágrima… La memoria de generaciones recogida por un/a fotógrafo/a. Ese instante.
Porque tras esta muestra de la Asociación Fotográfica de Extremadura, ExtreFoto, hay casi medio centenar de instantes que ha captado una cámara que estaba allí, que viajó, que buscó, que vio; inmortalizada para siempre, sacada de lo cotidiano para ayudarnos a ver. Decía Ansel Adams que “no hay reglas para las buenas fotografías, son solo buenas fotografías”, eso es ‘Extremadura, 21 miradas’, fotografía, solo fotografía.
Fotografía nuestra, de Extremadura, imágenes que muestran lo que somos, cómo somos. Hay una luz, muchas luces; son fotografías que huelen, porque para nosotros, fotógrafos extremeños, y para mucha de la gente que las contemple, esos instantes tienen un olor reconocible.
Nosotros hacemos fotografías, porque sabemos dónde ir, cuándo pararnos, porque no desperdiciamos la ocasión de hacer una buena foto. Decía otro maestro, Cartier-Bresson: “tus primeras 10.000 fotografías serán tus peores fotografías.”. Aquí les dejamos la 10.001 de cada uno de nosotros. La Asociación ExtreFoto les regala Extremadura. Disfruten.